Y llegó el día más esperado de la televisión. La serie Two and a Half Men regresó renovada, sin el problemático Charlie Sheen y con el recién incorporado Ashton Kutcher. El capítulo de estreno empezó con el funeral de Charlie, quién muere misteriosamente en Paris tras caer en las vías del metro. Como era de esperarse hay mujeres preciosas por todos lados, incluso antiguas conquistas que están ahí para recordarlo de manera divertida e inapropiada (personajes interpretados por Jeri Ryan, Emmanuelle Vaugier, Jenny McCarthy, Liz Vassey, Jodi Lyn O’Keefe y Tricia Helfer).
Este nuevo comienzo tiene también divertidas apariciones. Dharma y Greg (Thomas Gibson y Jenna Elfman) de la serie del mismo nombre se presentan en la casa de Charlie como posibles compradores (ahora que está a la venta). John Stamos, el recordado tío Jesse de Tres por Tres (Full House) quién se rumoreaba iba a reemplazar a Charlie Sheen, también aparece por unos minutos como un posible comprador hasta que recuerda haber estado antes en esa casa: Charlie, él y una chica ebria en el sofá.
Alan (John Cryer) tiene ahora mucho en qué pensar. Qué pasará con la casa de Charlie y cómo cambiará su vida sin su hermano. El momento nostálgico llega cuando Alan le habla a las cenizas de su hermano, en lo que es, quizás, un mensaje del propio Cryer para Charlie Sheen (en caso que viera el capítulo). Momentos después, entra en acción Walden Schmidt (Ashton Kutcher), el misterioso billonario quien en ese momento intentaba suicidarse ahogándose en el mar, hasta que se da cuenta que el agua estaba demasiado fría.
El personaje de Kutcher es torpe y por momentos nos recuerda al de Cryer, con la diferencia, claro, que Kutcher es alto, guapo y según Alan “bien dotado”, esto luego de verlo desnudo en la sala de su casa.
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