Pasaron años de pruebas en el laboratorio, sobre cientos de clips de diferentes temas, sólo para descubrir que el secreto estaba en el joven Ricky Schroeder. Así que es oficial y científicamente comprobado, que la escena más triste de todas las película de la historia. Se encuentra en The Champ a partir de 1979.
La historia de cómo una película mediocre se convirtió en una buena herramienta para los científicos se remonta a 1988, cuando Robert Levenson, profesor de psicología en la Universidad de California, y su estudiante graduado, James Gross, comenzaron a solicitar recomendaciones de películas con profunda carga emocional, a colegas, críticos de cine, empleados de tiendas de video y los amantes del cine.
Estaban tratando en definitiva de identificar los clips, que podrían obtener de forma fiable una profunda respuesta emocional en el laboratorio. El trabajo fue más duro de lo que los investigadores esperaban. En lugar de meses, el proyecto terminó en tomar años. ”Todo el mundo piensa que es fácil”, dijo Levenson. Pero al final obtuvimos lo que estábamos esperando.
Fuente: smithsonianmag.com
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