Porque la jueza Marsha Revel no solo ha sido dura con la condena hacia la pobre Lindsay Lohan, sino también con la prensa, a quien se le ha prohibido terminantemente fotografiar a Lindsay en el momento de su encarcelación.
Según un comunicado oficial y judicial, todas las cámaras deberán ser apagadas en el momento en que la jueza declare la encarcelación de Lindsay y los custodios se la lleven a su celda. NADIE podrá filmarla o fotografiarla cuando sea esposada. Lo único que se podrá tener como evidencia de prensa es el momento en el que la actriz se presente al recinto y se siente en la Mesa del consejo.
No quiero hacerme la buena, realmente me encantan los chimentos. Pero esta vez estoy de acuerdo con la jueza, a Lindsay ya se la ha molestado demasiado con el tema de ser una “celebridad”. Es mejor que este momento le sirva para recapacitar y no para sentirse un animal de circo.
FUente: Mascorazon
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