lunes, 17 de mayo de 2010

Twitter está lleno de falsos famosos

Twitter es hoy un fenómeno creciente en internet y una de las redes sociales más visitadas, pero no todo lo que en ella se lee es auténtico ni ha sido escrito por quien el usuario cree. La suplantación es una práctica que se hizo común en esta y otras redes sociales.

Twitter se ha convertido en la plataforma que muchos famosos e incluso empresas utilizan como herramienta en sus relaciones públicas y, en muchos casos, los 140 caracteres de sus mensajes sustituyen a los comunicados de prensa. Por ello, casi todos los periodistas, especialmente en la prensa del corazón, siguen puntualmente a los famosos en Twitter, pero ello no evita que hasta los más avezados caigan a veces en la trampa.

El usuario “ceoSteveJobs” anunciaba días pasados en su cuenta de Twitter que el nuevo iPhone se lanzará el próximo 7 de junio y buena parte de sus 21.000 seguidores en esta red social apuntaron la fecha en sus calendarios. El problema es que no se trataba del verdadero Steve Jobs que, por cierto, nunca ha utilizado Twitter para hacer anuncios corporativos.

Este incidente puso de manifiesto, una vez más, que el popular servicio de micro-blogging está lleno de usuarios “falsos”, que suplantan a personajes famosos del mundo del espectáculo, empresarios de éxito o incluso políticos.

No solo le ha pasado a Jobs. Recientemente, el cantante español Alejandro Sanz denunció que alguien había suplantado su personalidad en Twitter y dejaba comentarios racistas en su nombre, principalmente contra el presidente de Venezuela, Hugo Chávez. Le ha ocurrido también al artista colombiano Juanes y al actor estadounidense Will Smith, que teóricamente “twitteó” que iba a grabar un nuevo capítulo de “El príncipe de Bel-Air”, la serie que le catapultó a la fama... pero todo era mentira.

Tampoco se libran políticos y dirigentes internacionales.

El Kremlin pidió formalmente el mes pasado a los responsables de Twitter que borraran una cuenta con el nombre “blog—medvedev” desde la que se estaban enviando mensajes sobre asuntos domésticos e internacionales en nombre del presidente ruso Dimitri Medvedev.

La “suplantación”, como Twitter lo define en su normativa, está prohibida por las reglas de la red social y los afectados tienen derecho a reclamar que alguien está usando ilegalmente su nombre.

“La suplantación es una violación de las normas de Twitter y puede resultar en una suspensión permanente de la cuenta”, aseguran desde la red social. Los farsantes, sin embargo, pueden sortear las normas para seguir twitteando en nombre de otros porque Twitter sí acepta cuentas que parodian a otros usuarios.

“Para evitar la suplantación, el perfil del usuario de la cuenta tiene que dejar claro que el creador no es la misma persona o entidad que está parodiando”, señalan desde Twitter.

En algunos casos, Twitter incluye un símbolo de “cuenta verificada” que confirma que se trata de la cuenta oficial de un determinado usuario o empresa. EFE

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