martes, 8 de febrero de 2011

Tradicional almuerzo reúne a los nominados al Oscar



Buen ambiente marcó el tradicional almuerzo de los nominados a los premios Oscar, celebrado ayer en Los Ángeles, donde el sentido del humor sobresalió entre los actores y actrices que van por la estatuilla.

El español Javier Bardem, quien recientemente se convirtió en padre, fue de los madrugadores al llegar al hotel Beverly Hilton, donde tuvo lugar el evento, por el que pasaron gran parte de los favoritos a un premio en la ceremonia del próximo 27 de febrero, entre ellos Colin Firth, Natalie Portman y Melissa Leo.

Bardem, candidato a mejor actor por su papel en Biutiful, tuvo palabras de agradecimiento para sus colegas y amigos en Hollywood: Julia Roberts, Sean Penn y Michael Mann, por ayudar a que su filme se notara en EU.

“Siempre es ayuda tener el apoyo de personas de esa calidad para recordar a la gente que vean la película. Son grandes artistas y sentirme protegido por ellos es un gran honor”, explicó el actor.

A pesar de tener experiencia en el Oscar, al tratarse de su tercera nominación, Bardem confesó que su candidatura es especial por el hecho de ser un trabajo en español. “Me siento honrado. Esta vez es diferente porque no es fácil estar aquí con una actuación en español”, dijo el protagonista de Biutiful.

A diferencia de Bardem, que fue el primero de los cerca de 150 nominados en llegar, el director mexicano Alejandro González Iñárritu no quiso pasar a la sala de prensa.

Incluso, en una extraña actitud de González Iñárritu, tras llegar, pretendió ingresar por un pasillo directamente al enorme salón en donde se efectuaría el almuerzo, sin pasar por la pasarela.

González Iñárritu, quien no asistió a la sala de prensa, ha sido nominado al Oscar por Amores perros, Babel y ahora por Biutiful.

El británico Colin Firth (The King’s Speech) bromeó sobre lo absorbente que es la carrera por el Oscar, una experiencia que para Natalie Portman (Black Swan) se vio enriquecida por su visible embarazo.

La alfombra roja es algo que habitualmente ha seguido por televisión la más joven de las actrices candidatas a estatuilla este año, Hailee Steinfeld, por True Grit , según reconoció a la prensa.

“Nunca pensé que iba a estar aquí, esto es increíble”, comentó Steinfeld, de 14 años, con un entusiasmo que contrastó con la actitud nerviosa de Jesse Eisenberg, nominado a Mejor Actor por The Social Network.

“Tengo la sensación de que no pertenezco aquí, pero hablo con gente que se merece estar y me dicen que sienten lo mismo”, dijo Eisenberg, quien afirmó que el salón donde se celebró la comida iba a estar lleno de “actores inseguros”

Un veterano en cuanto a candidaturas se refiere es Jeff Bridges, quien opta a la estatuilla por sexta vez, ahora por True Grit, y aprovechó el acto para aconsejar tranquilidad a los debutantes en las nominaciones.

“Como me decía mi madre: ‘Pásatela bien y no te lo tomes muy en serio’”, afirmó el intérprete, que en 2010 se llevó el Oscar por Crazy Heart.

Por su parte, James Franco, candidato como actor protagonista por 127 Hours y presentador de la gala de los Oscar junto a Anne Hathaway, el próximo 27 de febrero, aprovechó para anticipar que la ceremonia tratará de combinar “lo nuevo y lo viejo” para atraer a más espectadores.

También asistieron Annette Bening acompañada de su esposo Warren Beatty, Amy Adams y Mark Ruffalo. El menú degustado tuvo de aperitivo una ensalada de queso de cabra, además patatas rellenas de caviar y bacalao como plato principal.

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