martes, 24 de agosto de 2010

Los fanáticos de la Serie Lost agotaron los 1.174 artículos que se subastaron



Una pieza del fuselaje del avión de Oceanic Airlines, fácilmente identificable por un fanático de Lost, dio comienzo a la subasta de objetos de la serie y de inmediato las paletas se levantaron. El rematador gritaba "¡1.500! ¡2.000!", mientras las ofertas crecían.

James Comisar, quien vestía una polera hawaiana y un sombrero de paja, finalmente se convitió en el orgulloso dueño de una pieza muy pesada de la historia televisiva, pagando nada menos que 3 mil dólares.

"Cualquier cosa relacionada a ese avión emergirá como icónica. El avión es la clave para todo el show", dijo Comisar, quien es un acérrimo coleccionista de memorabilia televisiva.

Finalmente, ningún ítem resultó ser demasiado mundano entre todos los accesorios y vestuarios de Lost puestos a la venta. Coleccionistas y fanáticos, algunos incluso disfrazados, se llevaron los 1.174 lotes subastados, muchos de ellos con más de un artículo.

Entre los objetos que estaban a la venta se encuentraban los trajes de Dharma, las esposas de Kate o la camioneta de Hurley.

Uno de los fanáticos, por ejemplo, no dudó en desembolsar 47.500 dólares por la furgoneta Volkswagen del misterioso proyecto Dharma

"Este show es el nuevo Star Trek cuando se trata de coleccionismo", dijo Joseph Maddalena, el fundador de Profiles in History, la casa de subastas que organizó el evento.

Una copia de Watership Down, leída por el actor Josh Holloway en varios episodios, se vendió por 3.300 dólares contra un estimado de 300 dólares.

Un set de botellas de agua etiquetadas con los logos de Oceanic Airlines, que aparecieron en el capítulo piloto de la serie y que tenían un precio estimado de 200 dólares, finalmente se vendieron en 1.680 dólares.

Las ofertas llegaron de hasta 50 países distintos por teléfono e internet. Incluso varios miles de personas asistieron a la subasta en persona, previo pago de 42 dólares, simplemente para ver la elaborada exposición del material a la venta, elaborada por el equipo de producción de la serie.

Entre los más vendidos estuvieron un guión firmado por dos de los creadores de la serie, J.J. Abrams y Damon Lindelof. El guión, cuyo precio se estimaba en 300 dólares, dio pie a una alocada carrera de ofertas, con más de un centenar de personas pujando. Finalmente llegó a los 18 mil dólares.

El Chevy Camaro rojiblanco de Hurley, que apareció en varios episodios de la tercera temporada, estaba a la venta por un estimado de 15 mil dólares, pero se vendió por 24 mil.

En otras décadas, los estudios de televisión botaban a la basura los viejos artículos y ropas, o simplemente los reciclaban para nuevos programas.
Mientras más fanáticos se comenzaron a interesar en salvar los ítems, el mercado de los coleccionistas nació.

En los últimos años, los estudios, ante una fuerte presión financiera, han aumentado su interés en subastar los materiales.

Profiles in History dijo que la sesión del sábado totalizó unos 900 mil dólares procedentes de ofertas de 35 países. No había una cifra exacta de las ventas del domingo, aunque todos apuntaban a que había superado el millón de dólares.

Varios miles de personas asistieron a la subasta, en un gran hangar emplazado en el Aeropuerto Municipal de Santa Monica, aunque muchos fanáticos asistieron simplemente para ver la elaborada exhibición del material que se vendería. Decoradores y diseñadores de la cadena ABC crearon una jungla de palmeras repleta de cascadas.

"Creo que es estupendo que los fans tengan la posibilidad de tener y atesorar estas cosas", dijo Jessica Holmes, una estudiante de Long Beach que estaba vestida como un oso polar de Lost.

Profiles in History, que recientemente sufrió un traspié al vender afiches de películas que resultaron ser falsos, también fue atacada por subastar artículos que supuestamente habían aparecido en pantalla en algunas series, pero en realidad no fue así.

Algunos ítems aparecidos en Lost resultaron perdidos o tomados por miembros del elenco como souvenirs.

Terry O'Quinn, quien interpretó a John Locke en la serie, se quedó con una de aquellas estatuillas de la Virgen María con la que se portaban narcóticos en la primera temporada.

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